Eccema en niños. ¿Cuales son los sintomas? Tratamiento del eccema
El eccema, también conocido como dermatitis atópica, es una afección cutánea común en los niños que se caracteriza por piel seca, inflamada y con picazón. Los síntomas del eccema pueden variar de leves a graves y pueden incluir:
Piel seca, enrojecida o inflamada: áreas de la piel pueden aparecer enrojecidas, irritadas e inflamadas, especialmente en los pliegues de los codos, detrás de las rodillas, en la cara, el cuello, las muñecas y los tobillos.
Picazón intensa: la picazón suele ser intensa y puede interferir con el sueño, las actividades diarias y la calidad de vida.
Parches escamosos o con costras: la piel afectada puede volverse áspera, escamosa o desarrollar costras, especialmente si se rasca repetidamente.
Piel engrosada y coriácea: en casos crónicos, la piel puede volverse espesa, coriácea y de color más oscuro, una condición conocida como liquenificación.
Lesiones supurantes o supurantes: en casos graves, las lesiones de eccema pueden supurar líquido o desarrollar pequeñas ampollas, lo que puede aumentar el riesgo de infección.
La causa exacta del eccema no se comprende completamente, pero se cree que involucra una combinación de factores genéticos, ambientales y del sistema inmunológico. No existe cura para el eccema, pero el tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas, prevenir los brotes y mejorar la calidad de vida de los niños afectados. Las opciones de tratamiento pueden incluir:
Emolientes: El uso regular de emolientes (humectantes) ayuda a mantener la piel hidratada y a reducir la sequedad y la picazón. Los emolientes deben aplicarse abundante y frecuentemente, especialmente después del baño.
Corticosteroides tópicos: estos medicamentos antiinflamatorios se usan para reducir el enrojecimiento, la picazón y la inflamación durante los brotes de eccema. Deben utilizarse con moderación y bajo la supervisión de un profesional sanitario para evitar efectos secundarios.
Inhibidores tópicos de la calcineurina: medicamentos como tacrolimus y pimecrolimus se utilizan como tratamientos alternativos para el eczema, especialmente en áreas sensibles de la piel o cuando los corticosteroides no son efectivos o adecuados.
Antihistamínicos: se pueden recetar antihistamínicos orales para ayudar a aliviar la picazón y mejorar el sueño, especialmente si la picazón interfiere con la capacidad del niño para descansar.
Evitar los desencadenantes: Identificar y evitar los desencadenantes que empeoran los síntomas del eccema, como ciertos tejidos, jabones fuertes, alérgenos e irritantes ambientales, puede ayudar a prevenir los brotes.
Terapia de envoltura húmeda: consiste en aplicar una capa de vendajes húmedos sobre emolientes o medicamentos tópicos para aumentar la hidratación y mejorar la eficacia del tratamiento.
Medicamentos biológicos: en casos graves de eccema que no responden a otros tratamientos, se pueden considerar medicamentos biológicos que se dirigen a vías específicas del sistema inmunológico.
Es importante que los padres o cuidadores de niños con eczema trabajen estrechamente con los proveedores de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento personalizado adaptado a las necesidades individuales del niño y controlar la afección de manera efectiva.
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